“La verdadera sociedad civil cubana, sin apoyo y protección de la UE, en poco tiempo pasará a ser algo que nunca existió”

Carta #18 de Emilio Almaguer de la Cruz para la UE.

El siguiente texto en #CartasdeCubaparaUE expone a través de una serie de ejemplos la realidad del país, evidenciando como el actual gobierno se ha encargado de silenciar al pueblo cubano. El texto hace un llamado a la UE para que garantice su apoyo a la sociedad civil independiente en Cuba dentro de los acuerdos de cooperación.  Así mismo, presenta una serie de propuestas a la UE para la implementación de programas de apoyo a la sociedad civil independiente.  

Emilio Almaguer de la Cruz es un periodista independiente, quien actualmente desarrolla el proyecto audiovisual ‘Visión Alternativa’. El objetivo del proyecto es brindarle a la comunidad la posibilidad de participar con miras a frenar injusticias, malos tratos, abusos, y violaciones de derechos humanos por parte los funcionarios y agentes del Estado en Cuba.

Propuesta política de la sociedad civil cubana a la UE

¿Cómo podrían cooperar las instituciones de la Unión Europea y de los Estados miembros con la sociedad civil cubana que abiertamente promueve la democratización y el respeto a los derechos humanos? ¿Y cómo podrían promover la cooperación entre esa sociedad civil cubana y la sociedad civil europea?

Mucho se habla del irrespeto de los acuerdos internacionales y violaciones de los derechos humanos en la isla de Cuba, donde el deseo de cooperación por parte de la sociedad civil independiente, que el régimen de la isla niega catalogándola de lacras, escorias o mercenarios, da fe de su arduo trabajo.

Hay una serie de acciones que podrían ayudar a eliminar dudas sobre las buenas intenciones de cumplir tratados internacionales por parte del gobierno de la isla. Algunas de ellas:

–Visitar las entidades del Estado que deberían cumplir los acuerdos pactados, para chequear su trabajo.

Desafortunadamente, hay muchos casos que demuestran la mala voluntad y el provecho económico que sustentan proyectos de ayuda para el desarrollo dirigidas a Cuba tras desastres climatológicos. Por ejemplo, en 2016 la ONG OXFAM donó materiales para el extremo más oriental, Baracoa, circuncisión Mata, Guandao, para incentivar el trabajo por cuenta propia, más ayuda en avituallamiento, en techos, equipos del hogar, con el fin de mejorar la calidad de vida de los pobladores afectados por el huracán Matthew. A día de hoy, estas personas aún no gozan de viviendas habitables por incapacidad y mal manejo de estas donaciones por parte de funcionarios del gobierno encargados de dar cumplimiento a estas tareas. Muchos techos de esta donación se pueden encontrar en entidades del Estado, como centros de comercios o en las casas de algunos particulares que compraron estos materiales a funcionarios del gobierno.

–Garantizar que la sociedad civil independiente pueda aportar con su labor en los acuerdos de cooperación; ya sea como prensa independiente, activistas de los derechos humanos, grupos de la oposición, el arte o asociados a cooperativas para el desarrollo del trabajo por cuenta propia.

–Garantizar el cumplimiento de los programas y que no se destinen a otras tareas los equipos, materiales o efectivos, que en muchos casos terminan en manos de funcionarios sin escrúpulos del gobierno de la isla que, además de lucrarse, entorpecen y frenan el éxito de proyectos de ayuda, destinados a elevar la calidad de vida de una parte de la comunidad.

No poder refutar proyectos planteados por órganos oficiales, los cuáles, con poco análisis se demuestra inviables y con poca efectividad en la sociedad, es algo doloroso que sufre hoy toda la sociedad cubana y que impide el desarrollo tan deseado. Pensemos, por ejemplo, cómo es posible que se ponga de manifiesto el interés político como máximo objetivo, cuando durante 60 años estamos experimentando fracasos, a los cuales se siguen aferrando, pensando que la cura que nos sanará es la que nos está matando.

Es hora de pensar por el bien del desdichado, por aquel que llega a final del mes con vida pero sin fuerza para continuar. La canasta de abastecimiento, proyecto que el gobierno de la isla ejecuta para supuesta ayuda a la comunidad, no es más que una estrategia de sometimiento, esta no alcanza para muchos, pero a la otra mitad le garantiza la vida. La sociedad cubana es un ejemplo fiel del síndrome de Estocolmo.

Logremos una sociedad inclusiva donde todos podamos tener garantía por igual, como bien dijo Raúl Castro: “es hora de desarrollar el arte de convivir con nuestras diferencias”. Palabras que para nada se ajustan a los momentos vividos. Ese es el método utilizado por funcionarios del gobierno, que expresan ideas y muestran dificultades, pero que nunca solucionan las crisis que generan las malas prácticas en el deseo de preservar la política llevada a cabo durante 60 años.

Queremos ser partícipes, como fuerza de choque, en el futuro de nuestros hijos y del desarrollo social, que no se sigan perdiendo vidas en cruces de fronteras buscando el sueño americano. Debemos dejar de pensar que otros deben solucionar nuestros problemas, porque nos sentimos incapaces de lograr algo que contribuya al bien común. El Estado lo controla todo mediante el PCC, quien responde a los intereses de la cúpula en el poder, mas el pueblo se hunde en la miseria y la necesidad.

El trabajador, antes del triunfo de la revolución, contaba con derechos a huelga, realizada en busca de mejoras laborales, salario o descanso. Este es un derecho que se perdió, confiamos tanto en este proceso revolucionario que nos han matado el derecho de pensar, ellos piensan por nosotros, hablan por nosotros, la situación es que ya el cubano no sabe qué es. Los jóvenes que arriesgan la vida cruzando fronteras reclaman y hacen huelga en los países que los acogen, más tienen el miedo a enfrentar a quien nos oprime en la tierra que los vio nacer.

Sin apoyo o reguardo a la prensa libre, opositores y disidentes quedaremos extintos, no quedaremos aquellos que abogamos por los derechos primordiales de los hombres. Cuba quedará silenciada por completo. El derecho a recibir y divulgar información, a asociación y reunión, son los más violados en la isla.

La verdadera sociedad civil cubana, sin apoyo, reguardo y protección de la Unión Europea, se mostrará en poco tiempo como algo que nunca existió.

Se podrían desarrollar proyectos en apoyo a todos aquellos que contribuyen al cambio, da pena, pero se pierden más miembros en nuestras filas por no contar con apoyo internacional que por presión del régimen cubano.

La verdadera sociedad civil independiente debe ser incluida en la realización de proyectos que contribuyan al bien común, es por ello que pedimos de su apoyo y cooperación, con vistas a motivar a los jóvenes en el deseo de luchar, lograr una calidad de vida de excelencia, donde se puedan implementar el pluripartidismo, la democracia y la prensa independiente.

Se podría realizar informe por municipios y provincias, de forma que todo el que contribuya al cambio pueda contar con resguardo y protección de organizaciones internacionales ante violaciones de sus derechos. Así se evitaría que los números sigan creciendo en las cárceles de Cuba por causas políticas, las cuales el régimen dictatorial siempre niega.

Tratar de que observadores puedan visitar el oriente cubano donde, al no contar con prensa internacional o embajadas, el irrespeto a los derechos humanos es mayor. Intentar que países que apoyan nuestra causa mantengan una política de puertas abiertas en sus embajadas, pues en muchos casos deseamos visitar alguna embajada y no es posible, pues debemos reservar con antelación visitas programadas.

Claro está que para lograr este intercambio con países miembros de la UE, se debe realizar un proyecto que muestre por municipios y provincias, a lo largo de la isla, quiénes son los verdaderos representantes de la sociedad civil independiente, en busca de recibir seguridad y protección ante violaciones de derechos humanos, por parte del régimen.

La prensa libre debe contar con respaldo y protección para poder llegar hasta los funcionarios del gobierno, que en vez de mejorar la sociedad ponen trabas y se lucran de sus puestos, olvidando sus verdaderas funciones de brindar protección y seguridad a los menos favorecidos, garantizando el cumplimiento de los acuerdos y proyectos pactados.

Poder entrelazar la sociedad civil independiente de la isla con la de la UE nos brindará la posibilidad de ampliar conocimiento en la realización de proyectos encaminados a elevar nuestra calidad de vida. En caso de poder recibir cursos preparatorios encaminados y destinados a motivar a nuestra sociedad civil independiente, la comunidad podría participar gracias a internet o mediante el intercambio de información mediante memorias USB u otros medios alternativos.

Se podrían implementar programas de apoyo en educación y trabajo con países miembros dispuestos a realizar contratos de trabajo para profesionales de la verdadera sociedad civil cubana, ésta a la que el gobierno niega el derecho al trabajo y persigue con el fin de ahogarnos económicamente para que marchemos al exilio o silenciarnos.

Es hora de crear proyectos en conjunto donde nos den la posibilidad de participar, demostrándole a la comunidad que somos personas deseosas de alcanzar bienestar y prosperidad, motivando de esta forma a personas de a pie.

Si la verdadera sociedad civil cubana es capaz de ser independiente económicamente del Estado, por acuerdos internacionales de trabajo y cooperación ya sea dentro o fuera del territorio nacional, el gobierno perderá el control económico que pudiera ejercer sobre nosotros.

Ante acuerdos de cooperación entre países miembros y Cuba, la sociedad civil independiente cubana puede ser nominada a participar, con la intención de velar por que tratados, acuerdos y proyectos a ejecutar, se desarrollen de forma transparente y cumplan con sus objetivos programados.

De nosotros poder brillar, llevaremos luz a aquellos que andan en penumbra.

Emilio Almaguer de la Cruz

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