La sociedad civil cubana sigue destinada a sufrir
Carta #24 de Walkis González Valdés para la UE.
El siguiente texto en #CartasdeCubaparaUE resalta la necesidad de crear vías de apoyo directo por parte de la UE con la sociedad civil independiente cubana, para de esta manera contribuir al desarrollo socioeconómico del pueblo cubano.
Walkis González Valdés, es licenciado en Estudios Socioculturales y especialista en Antropología Cultural y Religión Cubana. Es profesor de Metodología de la Investigación Científica e Historia de la Música Cubana. Tiene un Posgrado en Antropología Lingüística, Antropología de la Religión y Antropología Suburbana. Actualmente es el director del Instituto de Estudios Sindicales y Laborales, y subdirector ejecutivo de DemoCuba, ambas plataformas de la sociedad civil cubana. Además, es trabajador independiente y cuentapropista.
La sociedad civil cubana necesita ayuda
En la actualidad se agudizan los problemas sociales y económicos en Cuba; la población cubana sigue destinada a sufrir los profundos impactos de una política rígida, a partir de un conflicto histórico entre la isla y Estados Unidos, que a quien más perjudica es a la población isleña.
Cuba se ve limitada a no poder cumplir con plazos de pago acordados en el escenario internacional; existe una profunda crisis de combustible que se ve reflejada directamente en el transporte y en la alimentación desde su producción, distribución y hasta su elaboración para el consumo familiar. Por sólo citar un ejemplo de lo antes mencionado, la venta del gas licuado, un producto que es para la cocina familiar y que fue de libre adquisición hasta el pasado mes de julio, se ha regulado su venta a un plazo de 60 días, lo cual ha traído como consecuencia mucho disgusto en la población. Es importante recalcar que las tantas reorganizaciones que se llevan a cabo dentro del país sin los oportunos estudios de factibilidad, no permiten estabilizar procesos económicos que resulten de beneficio para la población.
En ese orden de cosas y en todo lo relacionado al aporte que se ha hecho para el desarrollo de proyectos sociales, con el fin de apoyar grupos vulnerables de la sociedad cubana, así como para proyectos culturales por parte de la Unión Europea, es bueno que se sepa que necesitamos apoyo más allá del que se presta mediado por instituciones estatales o autoridades locales; se necesita apoyo directo a organizaciones de la sociedad civil que desde enfoques positivos e ideas renovadoras contribuyan al desarrollo socioeconómico del pueblo cubano para elevar la calidad de vida, sin que eso implique el incremento de los precios de los alimentos que es lo que viene ocurriendo en el devenir de las inversiones de infraestructuras estatales.
Necesitamos promover espacios e intercambios de saberes profundos, para generar evolución en el pensamiento social cubano y transformaciones desde dentro, requiriendo apoyo cognoscitivo, financiero y en lo que en materia de comunicaciones, aprovechamiento y buen uso de la tecnología, así como en la propia generación de protocolos de seguridad amerita, y eso se puede lograr ineludiblemente con mayor apertura en el intercambio con los países miembros de la UE; pues conociendo y compartiendo experiencias exitosas con organizaciones relevantes, promotoras de derechos laborales y sindicales en diferentes regiones de la UE; que posean una buena trayectoria de trabajo en los campos de los derechos humanos y la democracia, es muy importante para nosotros. Así como participar en cursos de formación sobre los procesos de cambio democráticos, para identificar, formar y dar seguimiento a líderes sociales haciendo énfasis en el sector no estatal cubano, así como a líderes sindicales censurados por el aparato administrativo y directivo de las empresas estatales cubanas.
Es muy importante que se apoye que sean reconocidas por el gobierno cubano las organizaciones que promueven la responsabilidad social, para que la verdad y transparencia se conviertan en vehículos capaces de transportar la verdadera motivación, de lo que realmente quiere la sociedad cubana, lejos de mentiras, promesas y estancamiento en el orden socioeconómico y en lo político.
Trabajar con mayor profundidad con las personas, brindarle información veraz, asegurar y establecer eficaces canales de comunicación, para elevar la divulgación y compartirla, según nuestros fines y para eso necesitamos apoyo tecnológico. Para elevar la participación ciudadana y fomentar cambios democráticos.
Profundizar en nuevas y renovadoras relaciones con organizaciones de carácter internacional para trabajar en la formación del voluntariado, con un mayor intercambio con el voluntariado mundial, sobre todo europeo; en el encuentro y evaluación conjunta.
Por otra parte, es muy oportuno declarar lo tanto que podemos hacer desde el sector no estatal cubano, desde el trabajo por cuenta propia que es al que representamos en este momento desde la sociedad civil a través del desarrollo de capacidades, ofreciendo herramientas, haciendo estudios investigativos que nos permitan promover los derechos laborales en este sector tan importante; ya representativo en la sociedad, y cada vez más influyente en la economía cubana. Cabe destacar que el trabajo por cuenta propia no cuenta con el apoyo suficiente para la prestación de servicios toda vez que no se le garantiza el uso de materia prima, ni de insumos que le permita desarrollarlos con mayor calidad, y que aún así posee mayor exigencia y calidad ante los mecanismos estatales.
Es fundamental desarrollarnos desde el pensar de cada cual, desde el aporte de su creatividad, que brinde la verdad de quienes somos, lo que realmente queremos y hacia dónde queremos ir, sustentado en los principios de la democracia participativa, generando conocimientos para avanzar hacia un modelo de empleo competitivo y desarrollador, basado en la cualificación técnico-profesional que busca elevar la calidad de vida en el trabajo, la justicia social y el respeto a la dignidad del hombre, en un entorno de crecimiento sostenible y son muchas las experiencias que la Unión Europea podría compartir e impulsar en la isla; por citar un ejemplo: desde los eventos que se promueven y realizan en embajadas radicadas en el país, pero con planes de acciones concretos y planes de seguimiento con las organizaciones de la sociedad civil cubana sin autoridades mediadoras.
Aportamos a la eficiencia del trabajo en el sector no estatal y en el uso de los recursos disponibles, así como al aprovechamiento, sobre la base del respeto, de los espacios del entorno natural, a la hora de establecer un negocio privado, pero sobre todo, que se tenga en cuenta, el cuidado y mantenimiento de las áreas naturales de conservación, del patrimonio cultural en las ciudades, pueblos y comunidades rurales, promoviendo el cuidado del medio ambiente, para garantizar sostenibilidad en el desarrollo y no comprometer la capacidad de las generaciones futuras, de satisfacer sus propias necesidades. Son cosas que hacemos y podemos seguir profundizando si se nos reconociera como organizaciones impulsoras del cambio social.
Desarrollamos proyectos, desde la responsabilidad social, principalmente en el trabajo con jóvenes y mujeres trabajadores del sector que nos ocupa, haciendo énfasis en la importancia de que los jóvenes se involucren como agentes de cambio y transformación de su sociedad.
Contribuimos con el estudio de cambios y tendencias sobre el trabajo por cuenta propia, así como al desarrollo de capacidades y competencias dentro de sí, al fortalecimiento de las organizaciones sindicales, a la renovación y al fortalecimiento laboral y organizativo de los trabajadores en sentido general, como consecuencia del proceso de cambio y transformación de la economía cubana, y consigo el de las fuerzas productivas, que posibiliten la construcción de relaciones laborales democráticas; brindando herramientas de gestión y planificación que les permita mayores posibilidades de éxito, al momento de organizar y defender los derechos laborales del movimiento de trabajadores del país. Este proceso permite mejorar la capacidad de representación, mejorar los servicios, incrementar el número de voluntarios y mejorar la presencia de las mujeres en las estructuras laborales.
Walkis González Valdés